Un orgasmo masculino (o femenino) en el que no hay eyaculación. Aunque comúnmente se asume que la eyaculación y el orgasmo son lo mismo, en realidad son dos eventos fisiológicos distintos. Cuando un hombre aprende a tener un orgasmo no eyaculatorio, es capaz de sortear de manera efectiva el período refractario (pérdida total de excitación) que generalmente sigue a la eyaculación y limita su desempeño sexual. Muchos hombres han reportado diferentes tipos de orgasmos no eyaculatorios (orgasmos de próstata, anales y de cuerpo completo). A menudo se piensa que estas categorías describen la fuente o el enfoque principal de las experiencias, pero no se excluyen mutuamente.